El Odio es una Sombra Negra y Alargada

«El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien la siente sabe de dónde viene. Es un arma de doble filo. Al tiempo que herimos al contrincante, nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos , más grave es la nuestra. Puede llegar a ser fatal. Pero no es fácil librarse de él. El odio es muy peligroso, y una vez arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica»

(Haruki Murakami en «El Pájaro que da Cuerda al Mundo»)

 

Cuando empecé a desarrollar la idea de Soy un Cerezo tomé la decisión de que el contenido publicado estaría alojado en el lado optimista y positivo de la vida.

Jamás pensé que uno de mis primeros artículos en ver la luz estaría relacionado con la palabra «odio», pero la vida me vuelve a poner en un cara a cara con él y tuve que tomar otra decisión: le voy a meter el pecho hasta que se salga completamente de mi ser.

Me vi en la necesidad de dejar de trabajar.

Tuve que parar porque aunque mi mente estaba haciendo el esfuerzo de seguir adelante, mi corazón y todos mis sentimientos tuvieron más fuerza y se instalaron en Venezuela y la situación que está atravesando en este momento.

Me hice partícipe prestando mis espacios online para difundir información, hacer eco de las noticias que me llegaban y ayudar en lo que podía.

Sin embargo, con el pasar de los días mi desgaste emocional empezó a afectar mi cuerpo físico. Estaba de muy mal humor, cansada, desanimada, triste, brava, ¡muy brava!

Me descubrí apretando los dientes y cerrando los puños con mucha fuerza.

Y entonces me acordé de algo importantísimo en mi vida. Recordé mi defecto más grande: la ira.

¡Sí! Aunque hoy parezca mentira, esa es mi verdad.

Llevo muchísimos años trabajando para gestionar esta emoción que desde que nací ha tratado de gobernarme y con mucha dedicación he logrado mantenerla al margen de mi vida cotidiana.

Así que tuve que volver a parar y hacer silencio. Luego respirar, descansar y darme un chance para pensar con la cabeza fría.

Me llené de terror al darme cuenta que el odio había vuelto a intentar invadir mi ser. ¡Qué susto!

La frase de Murakami se asomó en el balcón de mis recuerdos.

¡Sí!, Esa frase que hace años salvó mi vida emocional, esa frase que me sostuvo y me ayudó a salir del pozo oscuro en el que había caído luego de una pérdida irreparable. La frase que da inicio a este post.

Entonces vine corriendo a revisar mis notas, esas que voy dejando por donde paso para no olvidarme nunca de quién soy ni de dónde vengo, y encontré esto:

«Hablando de sombras vamos descubriendo ese camino
que nos lleva de regreso a la esencia de nuestro ser.
Desde aquí parto mi recorrido para el encuentro
con mi propia sombra, esa que con el tiempo se ha ido alimentando
de condicionamientos impuestos por la familia y la sociedad.
Es increíble descubrir cómo desde pequeños se nos ha engañado,
pero lo que vale en este momento es haber recibido
la claridad para captar esta realidad.
Ahora no hay manera de parar este proceso de reencuentro
en el que poco a poco las capas acumuladas se van disolviendo
y la tranquilidad se abre paso y viene con todas sus fuerzas
a instalarse defendiendo nuestra verdad y esencia: EL AMOR.
Ya no habrá más heridas, sólo caricias para el alma«

Lo escribí hace muchos años y ahora al reescribirlo puedo recordar cómo temblaban mis manos mientras lo hacía la primera vez.

El pedacito con el que he decidido quedarme esta vez es:

«Ya no habrá más heridas, sólo caricias para el alma».

No voy a negar que sigo asustada, afectada, fastidiada, molesta y cansada emocionalmente, pero estancarme en esos sentimientos no va a aportar nada bueno a mi vida. Así que voy a dar la lucha.

Éste es mi propio proceso de transformación que está viendo la luz y tú estás siendo testigo de él. Gracias por acompañarme.

Ahora dime algo, ¿has sentido odio alguna vez? ¿cómo fue? Me gustaría saber tu experiencia. Espero tus comentarios.

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